martes, 23 de junio de 2015

Efeméride : 25 de Mayo


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Hechos Históricos De La

Semana De Mayo

En aquella época la colonia pertenecía al rey de España y los criollos querían independizarse, ser dueños de la tierra donde habían nacido. Los criollos se reunían en secreto tratando de buscar soluciones para lograr la libertad para todo el pueblo.
Una mañana de mayo llegaron noticias de que el rey Fernando de España había sido tomado prisionero por el ejército francés.
Este hecho sirvió de excusa para que los criollos se organizaran a fin de aprovechar la situación.

Algunos hechos sucedidos:

18 de mayo

El virreinato del Río de la Plata era gobernado por el virrey Don Baltasar Hidalgo de Cisneros, quien alarmado por las noticias que llegaban de España, le pidió al pueblo a través de una proclama que se mantenga fiel al rey de España.
El pueblo sabe que la situación política en España es grave, las tropas de Napoleón Bonaparte habían invadido casi todo el territorio español. El rey Fernando VII continuaba prisionero de los franceses.

19, 20 y 21 de mayo

Los criollos muy preocupados se reúnen en secreto, hasta entonces en el Cabildo las reuniones se realizaban a puertas cerradas y el pueblo no participaba en ellas. Esta vez el pueblo se reunió en la plaza mayor y deseaba que se convoque a un Cabildo abierto donde ellos pudieran también participar, querían decidir si el virrey Cisneros continuarían en el cargo o no. El virrey al advertir esto dio autorización para que se convoque para el día siguiente a un Cabildo abierto y se reparten 450 invitaciones para los vecinos más importantes de la ciudad.

22 de mayo

El Cabildo abre sus puertas y participan en esta importante reunión 250 vecinos.
Después de largas horas de discusiones se procede a votar por escrito. Las opiniones estaban divididas porque si el Rey no estaba en condiciones de gobernar, ¿Tiene o no tiene autoridad el virrey?  Se propone destituir al virrey y reemplazarlo por una junta de gobierno, integrada por vecinos de Buenos Aires. La votación duró hasta la medianoche

23 de mayo

Este día muy temprano se  da a conocer al pueblo los resultados de la votación: 69 votos a favor de que permanezca el virrey Cisneros y 155 votos a favor de la creación de una junta de gobierno. El cabildo debía nombrar a los integrantes de la primera junta de gobierno.

24 de mayo

El cabildo nombra a Cisneros como presidente de la primera junta pero el pueblo se opone rotundamente, piden la renuncia de Cisneros y exige que el nuevo gobierno esté formado por criollos.

25 de Mayo

Mientras el cabildo sesionaba a puertas cerradas a la mañana de este día lluvioso los cabildantes reciben un petitorio firmado por cientos de vecinos donde proponen los nombres de varios patriotas para formar el primer gobierno patrio. El pueblo entero esperaba las nuevas noticias en la Plaza Mayor
Los cabildantes terminan la reunión cerca del mediodía y dan a conocer los nombres de los patriotas que formaran la primera junta de gobierno.
Presidente: Cornelio Saavedra
Secretarios: Juan José Paso y Mariano Moreno
Vocales: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matéu y Juan Larrea.
Todo el pueblo festejó con mucha alegría el nacimiento del primer gobierno local, se reunieron en las casas y en las calles a bailar. Es importante recordar que en esta fecha no se decidió nuestra independencia sino que todo lo contrario se había decidido y firmado ser fieles al rey de España, por lo cual se creaba un gobierno local hasta que el rey estuviera en condiciones de volver a hacerse cargo de sus colonias.


RECURSOS PARA TRATAR ESTA EFEMERIDE


¿Cómo se vivía en la época colonial?
En el Buenos Aires colonial las casas eran bajas, muy parecidas entre sí, sus paredes eran gruesas pintadas con cal, tenían tejas rojas, ventanas con rejas de hierro y las infaltables macetas con flores.
Sólo muy pocas casas tenían planta baja y primer piso, estas casas estaban alrededor de la plaza mayor y pertenecían a familias más adineradas. Las denominaban "altos" las cuales llevaban el apellido de sus propietarios como por ejemplo: Los altos de Riglos y los de Escalada.
Las casas tenían muchas habitaciones, con ventanales que daban a un patio con muchos árboles. En el patio se reunían las familias a tomar mate, conversar y  comer ricos pastelitos.
Las calles eran de tierra y las veredas eran empedradas pero muy angostitas. Cuando llovía se hacía bastante difícil transitar por las calles de la ciudad.
Sólo las calles principales estaban alumbradas por las noches con un farol de vidrio y adentro se colocaba una vela de grasa, que el farolero encendía todas las noches.
El mobiliario de las casas era muy escaso, sólo las familias más pudientes tenían gran cantidad de muebles pero no seguían un estilo o muchas veces los muebles  no combinaban entre sí.
En los salones tenían muebles bajos con puertas de vidrio donde se podían observar la vajilla y adornos de plata muy comunes en aquella época. Los platos y vajilla de loza o porcelana eran traídas de Europa, eran muy costosas sólo las familias adineradas e importantes de la colonia las tenían y eran utilizadas en ocasiones especiales ya que si se rompía una pieza era casi imposible reponerla.
Clases sociales:

En la colonia las clases o grupos sociales estaban muy divididos, lamentablemente no se respetaban los derechos de las clases bajas, estaban los negros que eran traídos como esclavos desde África y en condiciones inhumanas, muchos morían durante el viaje en barco. Luego aquí eran vendidos en el mercado para realizar diversas tareas, se podían leer anuncios clasificados en el periódico de esa época como por ejemplo "Vendo esclavo negro, sabe cocinar y trabajar la tierra". También eran exhibidos en la plaza mayor, se realizaban subastas y eran vendidos al mejor postor, se hacía lo mismo que con los animales de carga.

Los esclavos negros eran los que menos derechos tenían, sus tareas iban desde trabajar en el campo hasta las tareas domésticas. Muchas veces recibían latigazos de parte de sus amos. Los esclavos no gozaban de ningún tipo de libertad.
Sus amos los alimentaban y los proveían de ropa de acuerdo a su voluntad.

Los esclavos negros andaban muy mal vestidos con chaquetas de bayetón  y pantalones de la misma tela, por lo general estaban descalzos o con ojotas hechas de cuero de vaca o cerdo. En algunas ocasiones se podía ver a algunos negros ataviados con las sobras de sus amos, pero vestidos ridículamente como por ejemplo con pantalones largos, ropa muy grande, galeras, etc. estas vestimentas eran sus mejores galas y las utilizaban por lo general en días domingos.

Otra clase social eran los indios, se los empleaban para realizar tareas en las minas de oro y plata, cultivar la tierra y criar ganado, tampoco gozaban de derechos pero no eran esclavos. Los indígenas eran vasallos del rey de España pero no gozaban de  los beneficios de la ley. A estos se les tenía prohibido andar a caballo, se les pagaba por su trabajo pero sólo unas pocas monedas, se los empleaba para los trabajos más pesados de la colonia.

Los criollos o españoles americanos, que habían nacido en América, hijos de españoles no tenían los mismos derechos que los españoles de la península, muy pocos criollos llegaron a ocupar cargos políticos. Algunos llegaron a ser grandes comerciantes o profesionales. Vivían en casas amplias o quintas, también había criollos que vivían en la pobreza y subsistían de sus trabajos o pequeñas industrias caseras.
Los españoles ocupaban los mejores puestos, algunos se dedicaban a la política, otros al comercio y al monopolio. Eran de la clase social alta, tenían todos los derechos, podían estudiar libremente y aprendían latín y francés. Vivían en amplias y cómodas casas.
Las clases sociales altas, de familias pudientes organizaban en sus casas o altos, tertulias que eran reuniones en las que se  invitaban a sus amistades escuchaban música, se conversaba, se bailaba, se reunían en una gran sala iluminada con muchos candelabros, y se vestían con sus mejores ropas, allí se servían comidas típicas como empanadas, pastelitos, etc.

Los  Medios De Transporte Y Comunicación

Las personas que escribían y recibían cartas debían esperar mucho tiempo, ya que los medios en que viajaban eran muy lentos, no existían aviones ni automóviles las mismas iban en barco o eran llevadas por un cartero llamado chasqui quien viajaba a caballo. Las cartas debían ser retiradas en la oficina pública de la zona.

Los medios de transportes de aquella época eran escasos, existían las carretas, vehículos de dos ruedas grandes y techo de paja o de cuero de vaca tirada por bueyes, el viaje en carreta era muy lento e incómodo. Las diligencias o galeras las cuales eran un poco más cómodas eran tiradas por caballos.
También se viajaba en caballos, el medio de transporte más veloz de aquella época, los jinetes cuando viajaban por largos caminos de tierra se detenían a descansar en pulperías donde comían, jugaban, escuchaban música y descansaban un rato para seguir luego su agotador viaje.

Costumbres

La música que escuchaban era suave como por ejemplo el minué que se ejecutaba en el piano. Las damas usaban vestidos largos hasta los pies armadas con enaguas de volados, confeccionados generalmente por ellas mismas ayudadas por sus esclavas. Las telas eran traídas de Europa. También llevaban peine tones con delicadas mantillas, abanicos y sombrillas para protegerse del sol. Los sastres en esa época eran muy escasos y en el interior no existían. Las señoras también confeccionaban la ropa de sus maridos y de sus hijos.
Los caballeros se vestían con sacos de levita, camisas con volados, pantalones angostos o polainas, galera y bastón con puño de metal.
Algunas de las costumbres de aquella época por ejemplo era reunirse por las tardes en el patio de las casas a tomar mate, se servían por ejemplo mate amargo para los hombres, llamado cimarrón el cual estaba preparado en una calabaza curada con yerba y para las damas se servía mate dulce también cebado en una calabacita pero curado con azúcar quemada.

La vestimenta en 1810

Las damas de la época colonial, no se vestían  como se ve en este óleo de Carnación o en dibujos de revistas infantiles (con faldas anchas, con volados y miriñaque, grandes mangas y peine tones, eso fue posterior para 1830 época de Rosas, (*).
En la colonia año 1810, las damas de clase alta “decente” (*), adoptaron la sencillez de la Francia revolucionaria, con colores muy pálidos, marfil o blanco, el corte debajo del busto estilo imperio con grandes escotes y telas muy finas y transparentes como la muselina.
Tampoco usaban peine tones, sólo la pequeña peineta española (tipo teja) caladas y talladas en carey. Para ir a misa, sobre la peineta se colocaban la mantilla española, el misal y el infaltable abanico.
Los zapatos eran de tela, generalmente blancos o negros, ellas mismas los cosían y bordaban con mostacillas, luego los zapateros les colocaban las suelas, sin tacón.
Los caballeros se vestían al estilo inglés combinaban chaqueta oscura, con ceñidos calzones cortos en blanco, natural o amarillo.
Debajo medias de seda blanca. Las camisas con cuello “palomita” y cabo o pañuelo de seda, terminaban en mangas rematadas con puntillas.
Era de gran elegancia llevar galera y  bastón, los funcionarios del cabildo usaban pelucas blancas entalladas, estilo francés.
Los paraguas eran muy pocos, solo algún que otro representante del cabildo lo poseía, en el Museo de Historia Nacional  hay uno perteneciente a un cabildante.
Los  zapatos se importaban de Europa y tenían grandes hebillas de bronce, eran muy costosos.
Los niños vestían casaca, calzón corto y chaleco. Las niñas vestían como las señoras.
Para la gente pobre la principal indumentaria era el poncho, un sombrero bajito y un pañuelo para atarse a la cabeza. Iban descalzos o usaban los zapatos que les daban los ricos.
Los esclavos usaban la ropa vieja de sus amos. La ropa era muy cara, por eso entre la gente pobre, formaba parte de la herencia.

PROPUESTAS PARA EL AULA

"Un desfile de moda colonial"

La vestimenta en la época colonial puede ser un buen recorte de partida para investigar los hechos del 25 de mayo en el aula con el sentido de confrontar para establecer similitudes y diferencias entre las sociedades del presente y del pasado, intentando romper con la naturalización de aquellos eventos que, por resultar cotidianos para los niños, pareciese que siempre fueron así.
 ¿Existía la moda y era igual para todos los habitantes de la ciudad?
¿Cómo organizar la indagación con los chicos?
El trabajo sobre la vestimenta convoca, de algún modo, a la realización de un desfile, para cuya preparación habrá que desarrollar un trabajo previo de indagación acerca de los modos de vestir propios de la época.
Se  propondrá  observar  diversas  imágenes  (reproducciones  de  época, grabados,  etc.)  que registren  la vestimenta   de   distintos   grupos sociales, en diferentes situaciones en la  ciudad (tertulias,  misa,  por  la calle,   festividades,   en   plazas, teatros,  etc.) y  también  en  la campaña (la pulpería, la estancia, en el corral, etc.).
Para  guiar  la  mirada  de  los  chicos  se plantearán algunas preguntas y consignas:
- ¿Quiénes aparecen en la imagen? ¿Cómo están vestidos?
- Observen todos los detalles y accesorios que la imagen muestra: zapatos,  sombreros,  abanicos,  relojes,  guantes,  mantillas, peine tones, camafeos, etc.
Entre todos, y con la ayuda del maestro, se armará un listado de las prendas  que  han  encontrado,  correspondientes  a  mujeres, hombres y niños. Podrán confeccionar el listado dibujando.
Se seleccionarán imágenes en las que sea posible observar la vestimenta  de  hombres  y  mujeres,  y el  uso  de  ciertas  prendas  (los hombres se sacan los sombreros al entrar a una casa , las mujeres se cubren con mantas o pañoletas para el frío, las mantillas para ciertas situaciones como signo de decoro, prestar atención a cómo caminan y cómo  se  sientan  con  los  vestidos  largos,  cómo  se  usan  los  abanicos, etc.)
Proponer que  los  niños  jueguen  repetidas  veces,  en  diferentes momentos del itinerario, promoviéndose así un “ida y vuelta” entre el juego y la indagación. Para ello deben conseguirse, o confeccionarse con papel o telas, prendas similares a las de la época: abanicos, guantes, sombreros, sombrillas, vestidos y faldas largas, velos, mantas, chalecos, relojes con cadena, etc.
A modo de cierre y como producto de este proyecto, se organizará un desfile  final. 

El Comercio:

En la época colonial la gente compraba sus mercaderías en los comercios que estaban alrededor de la plaza mayor como las tiendas, las panaderías y los almacenes.
También compraban alimentos que se producían en el virreinato, y se vendían en el mercado de la plaza, al aire libre.
El mercado, ubicado en la Recoleta, ocupaba un espacio cuadrangular con pequeños locales alineados uno al lado del otro, en donde se establecían los vendedores de frutas, carnes y verduras. Allí, se podía encontrar pescado de buena calidad y a bajos precios, legumbres, batatas, calabazas, perdices y todo tipo de frutas, melones, duraznos, uvas, higos. La carne vacuna era traída desde los mataderos, que se encontraban en las cercanías de la ciudad, diariamente por los carniceros para ser vendida en trozos.
Algunos productos llegaban en barco desde muy lejos. Por eso eran caros: licores, muebles, abanicos, platos, copas de cristal, cubiertos, armas para la guerra, telas, vestidos, tabaco, azúcar, café, chocolate.
En la ciudad había fondas, que eran lugares en los que se servía comida ya preparada. Estos negocios también mandaban la comida a las casas.
También a las afueras de la ciudad se encontraban las pulperías de campo donde la gente se acercaba para comprar sus provisiones, jugar a las cartas, a la taba, tomar unos ricos mates o beber aguardiente. Allí también se podía comprar alimentos, ropas, tejidos y productos hechos en la colonia. Era posible conseguir objetos europeos comprados de contrabando a algún barco inglés que se acercaba a la costa.
Muchas familias de escasos recursos tenían una empresa familiar que les alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas, Algunas confeccionaban cigarros, tejidos y comidas típicas que vendían por las calles de la ciudad.
Las panaderías:

En 1810, había más de 40 panaderías en Buenos Aires. Vendían pan y bizcochos en el negocio y también casa por casa. Como muchos panaderos no cumplían con las normas sobre el peso del pan, el Cabildo le puso un número a cada panadería y obligó a marcar con ese número cada pan. Así, cuando, controlaban la calidad de un pan (que estuviera limpio y que pesara lo que debía), sabían qué panadero lo había hecho.

Con qué se pagaban los productos:
A principios de 1800, se pagaba con monedas acuñadas en la Casa de la Moneda de Potosí. Cuando el volumen de monedas resultó insuficiente, se acudió a otros modos de intercambio: uno de ellos era el trueque. Algunos pulperos utilizaban trozos de plomo, madera u hojalata para dar vueltos pequeños.

Los vendedores ambulantes:

En la colonia desde muy temprano se podían escuchar a los vendedores ambulantes que recorrían la ciudad ofreciendo sus productos: velas, escobas, agua, leche, plumeros, etc. Además de ir y venir por las callecitas de tierra por la mañana temprano se establecían en la Recova de la Plaza Mayor.
Cada vendedor ambulante tenía su pregón anunciando sus productos.


RECURSOS:

LOS AGUATEROS: vendían a domicilio el agua que tomaban directamente del Río de la Plata. Para transportarla, utilizaban un gran tonel montado en un rudimentario carro tirado por bueyes o caballos. El agua se vendía por "canecas, medidas de madera que contenían unos veinte litros; estos recipientes fueron luego sustituidos por latas.
El primer aljibe de la ciudad fue construido en la casa de la familia Basabilbaso quienes eran envidiados por sus vecinos ya que ellos tenían agua fresca en cualquier momento del día, muy pocas casas tenían aljibe porque la construcción de este era muy costosa. Tampoco se podía beber el agua de los pozos porque era salobre.
A pesar que el aguatero cargaba las cisternas en las orillas del río, el agua no era cristalina y necesitaba estar en reposo por veinticuatro horas para poder ser bebida. Para purificar más rápido el agua se solía poner un pedazo de carbón en las tinajas.
Versos del aguatero:
LOS LECHEROS: generalmente eran niños o jóvenes hijos de los chacareros de los alrededores. Iban a caballo y llevaban la leche en recipientes de barro, de estaño o de hojalata, colocados dentro de bolsas de cuero, que colgaban a uno y otro lado de la cabalgadura.
EL PASTELERO: Eran generalmente negros o mulatos. Llevaban colgada del cuello una bandeja de madera con su mercancía (tortas, pasteles y otras golosinas). Algunos estacionaban en lugares fijos y apoyaban la bandeja sobre un caballete; otros solían ambular por las calles, anunciando su presencia con un toque de silbato.

EL VENDEDOR DE VELAS: Llevaba sobre el hombro un palo largo o caña, de cuyos extremos colgaban las velas por el pabilo.
LAS MAZAMORRERAS: Vendían la mazamorra en pequeños jarros de lata. Mientras las mazamorreras caminaban, cantando su pregón, le leche se sacudía ¡Parece que esto le daba a la mazamorra un sabor riquísimo!
Versos de las mazamorreras:

Las lavanderas: negras o mulatas que iban hacia la playa llevando la ropa, el jabón y la tabla para refregar en enormes cuentones sobre sus cabezas y en una de sus manos la pava para calentar el agua para el mate.

ESCOBERO:
Versos de los escoberos:

VENDEDOR DE EMPANADAS:
Versos del vendedor de empanadas

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JUEGOS EN LA EPOCA COLONIAL:

Durante la época colonial, en Buenos Aires, se realizaban multitud de juegos y pasatiempos muchos de los cuales diferían según el grupo social que los practicaba.
Desde 1811 se celebraron en Buenos Aires las "fiestas mayas", en conmemoración de la Revolución de 1810. La gente de la ciudad se reunía en la Plaza Mayor, donde se realizaban distintos juegos. Se instalaban varios "palos enjabonados" que en la punta tenían premios: chales, bolsas con dinero, relojes. Los jóvenes que se arriesgaban a subir obtenían uno de los premios si lograban llegar al extremo del palo.

Otro de los juegos que se desarrollaba era "el rompecabezas". Consistía en una estaca o barra de equilibrio ubicada en altura sobre dos pivotes. Quien lograba caminar por la barra sin caerse recibía como premio una moneda.
Por la noche se escuchaba música, se bailaba y se disfrutaba de los fuegos artificiales.
Fuera de estos festejos especiales un pasatiempo que contaba con numerosos partidarios, era el dominó, un sencillo juego de origen presumiblemente oriental que habían puesto de moda los italianos en el siglo XVIII. Se jugaba, como en la actualidad, con 28 fichas rectangulares, fabricadas en hueso o marfil y punteadas desde el "doble cero" hasta el "doble seis".
También se practicaba, entre adultos, el juego de la oca, descendiente de los "jardines de la oca" del medioevo alemán. Como en los juegos modernos se trataba de un tablero de cartón con una espiral de 63 casillas, con figuras pintadas, y para practicarlo se empleaban dos dados y unas pequeñas piezas de plomo que representaban a las "ocas" de cada jugador.

La ruleta y los juegos de azar tenían su sede en la casa de Martín Echarte una especie de casino colonial donde también se jugaba a las damas y al ajedrez y por supuesto se hablaba de política.
Convocaban por igual a ricos y pobres las corridas de toros. En 1791 el virrey Arredondo inauguró la pequeña plaza de toros de Monserrat (ubicada en la actual manzana de 9 de julio y Belgrano) con una capacidad para unas dos mil personas. Pero fue quedando chica, así que fue demolida y se construyó una nueva plaza para 10.000 personas en el Retiro en la que alguna vez supo torear don Juan Lavalle
 
En las afueras de la ciudad se corrían carreras de sortijas, los protagonistas pertenecían a otro grupo social: los gauchos. Los gauchos se dedicaban a las tareas del campo, muchas de ellas vinculadas con la ganadería, requerían del uso del caballo, en el que los gauchos eran muy
Diestros. Esta habilidad era demostrada en algunos juegos en los que se utilizaba el caballo: las carreras, las carreras de sortijas, el pato
Reunidos en las pulperías, lugar de encuentro de la gente del campo, tocaban la guitarra y jugaban juegos de naipes que habían sido introducidos por los españoles: el tute de codillo, el tute de remate, el monte, la clavada.
Con el cubilete y los dados se practicaban diferentes juegos de azar naturalmente prohibidos por las autoridades.
Se apostaba también a la perinola, que era un pequeño trompo de cuatro caras marcadas con las letras S (saca), P (pone), D (deja) y T (todo), que indicaban la actitud que debían seguir los apostadores con respecto a lo "invitado"; a la mosqueta, con el concurso de las clásicas medias cáscaras de nuez; a la corregüela, que según el Diccionario de la Academia es un "juego de muchachos que se hace con una correa con las dos puntas cosidas. El que tiene la correa la presenta doblada con varios pliegues, y otro mete dentro de ellos un palito; si al soltar (o retirar) la correa resulta el palito dentro de ella, gana el que lo puso, y si cae fuera, gana el otro, etcétera.
Los gauchos eran el grupo social que más se vinculaba con el "indio" y la "frontera" era su lugar de encuentro.
Los indígenas de nuestro país practicaban gran cantidad de juegos de carácter deportivo. A diferencia de lo que ocurría en otros grupos sociales, las mujeres tenían un rol protagónico en estas actividades.
Las distintas comunidades originarias realizaban diferentes juegos: carreras a pie y a caballo, carreras con salto, diversos juegos de pelota donde se realizaban los pases con la cabeza y el empeine o las manos, según el juego.
El juego de la "chueca", antecesor indígena del hockey se jugó en casi todo el territorio argentino. Los mapuches lo llamaban "ainu" o " pelín", los tobas: “tol", los pilará: "Telemark" y los mocovíes lo llamaban "Lerena".

Los adultos varones y, en algunas comunidades los niños, jugaban este juego. El número de jugadores y las dimensiones del campo de juego variaban según los distintos pueblos. Se alentaba a los equipos con cánticos y el vencedor ganaba además un premio, muchas veces se apostaba un caballo, que era un bien muy preciado.
Para vencer era necesario lograr una diferencia de 4 tantos, por lo que algunas veces los partidos se extendían durante varios días.
Estos juegos servían para dirimir conflictos y para tomar decisiones, ya que se creía que la suerte del equipo era determinada por los dioses. En ocasiones para zanjar alguna diferencia entre tribus se jugaba un partido de "chueca", el vencedor obtenía el derecho a decidir sobre la cuestión en disputa.
El candombe era la diversión más difundida del grupo de los esclavos, de raza negra. En esta danza, acompañada por el tamboril, "los negros" realizaban una pantomima de la coronación de reyes congós.
Luego se incorporaron elementos de la cultura hispana, representando en el candombe, varios personajes: "el granillero", brujo o curandero de la tribu africana, que cura con yuyos o gramillas; la mama vieja, que imita a su "ama" vistiéndose con las ropas de la señora, lleva una sombrilla y un abanico; el libelo representado por un blanco que se pinta de negro para participar en la comparsa; el escobero o bastonero, que mandaba la ronda golpeando en el piso, realizaba maravillosas destrezas.
En los tiempos coloniales los niños, sobre todo si eran pobres, empezaban a trabajar desde muy chicos. La infancia duraba muy poco tiempo. A los 8 o 9 años era común que empezaran a ayudar a sus padres en los trabajos.
Los chicos practicaban muchos juegos que hoy todavía se conocen. Adivinanzas y juegos de prendas. El gran bonete. El veo, veo, juego de naipes y loterías en los que podía jugar toda la familia se practicaban en tertulias en casa de familia.
El juego en la calle era casi el único privilegio de los niños de clases bajas. Entre los juegos preferidos estaban “las escondidas”, con muchos más escondites que los de ahora; “los barriletes”, los que eran fabricados por ellos y remontados en feroces competencias en las que había que hacer cualquier cosa por ganar. Entre las trampas más usuales estaba la de atarle un cuchillo a la cola de la cometa para que, al enredarse con los otros, cayera y se transformara en botín de guerra de quien la atrapara. A este juego lo llamaban “el corsario o pirata”.
Las nenas no jugaban igual que los varones; además de muñecas que para esa época eran confeccionadas con cuero o telas, con ojos hechos con botones, solían jugar en los patios de las casa a los aros, cánticos o bailes, salto de sogas y rondas... muchas de las cuales son actualmente conocidas “Arroz con Leche”, “Mambrú se fue a la guerra”; “Sobre el  puente de Aviñón” y otras. También estaban presentes las adivinanzas y la rayuela.
La farolera. Las esquinitas. A la lata al latero. Las estatuas. El oficio mudo. Antón pirulero. La rayuela. ¿Lobo está? El patrón de la vereda. La sillita de oro. La escondida. La payana. Trompos, bolitas y figuritas formaban parte del patrimonio lúdico de la infancia conservado como herencia de antiquísimos juegos europeos.

HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR LOS JUEGOS EN 1810
¿Qué hacer para el 25 de mayo?
A modo de ejemplo:
Sala de 3:
Proponer un taller de cocina con las familias de manera de mostrar lo que se comía en esa época y cómo se preparaba. Después, representando a los diferentes grupos sociales, los chicos pueden salir a repartir la comida al modo que cada uno lo hacía en esa época.
Sala de 4:
Reproducir un “Hueco” de la ciudad colonial e invitar a los que pasan por el stand a jugar a los juegos que se practicaban en la época.
Sala de 5:
¿Cómo era ser hombre y ser mujer en la época de la colonia?
Se puede reproducir una sala de la época con las damas de clase alta en la que las muchachas se juntaban a bordar, tejer y tocar el piano; también el último patio, en donde las mujeres esclavas cocinaban o en la orilla del río en donde lavaban la ropa; y un bar-billar en donde los hombres se juntaban a jugar al billar; hablar de política... mostrando aquellos temas prohibidos para las mujeres.
IMÁGENES DE 25 DE MAYO
Serie de actividades para trabajar la efeméride con los niños y una breve reseña sobre lo sucedido en 1810. Además, podrán encontrar, al final del artículo, enlaces e información relacionada con la fecha.






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