Todos los 24 de marzo en Argentina se recuerda el Golpe cívico-militar,
un hecho que sucedió hace 36 años y marcó una herida muy profunda a nuestro
país, violando los derechos humanos y la libertad de las personas.Los niños de la época actual aún no habían nacido cuando ocurrió este
episodio, muchos papás tampoco... Pero lo cierto es que significó el dolor y
pérdida de miles de personas; la censura y prohibición, el miedo, los
desaparecidos...
Por ello es importante, HOY, recordar, tener memoria y enseñar la verdad
a los niños desde pequeños.
Estamos acá por algo, luchemos por la VERDAD y la JUSTICIA, tengamos
MEMORIA y pidamos que NUNCA MÁS el miedo invada nuestras mentes. El 24 de marzo
de 1976 se impuso en Argentina un golpe a la democracia. El proceso militar
duró siete años y causó muchos daños a la sociedad: miles de desaparecido,
persecuciones, censuras, represión...
Hoy ya han pasado años del golpe militar, sin embargo la fecha sigue
marcada en la memoria de todos los argentinos. Y, al mismo tiempo, genera
sentimientos opuestos a todo tipo de autoritarismo.
Es fundamental trabajar esta efeméride en el Nivel Inicial y en todas
las instituciones educativas, para no perder la memoria y para poder tomar
conciencia de que el camino de la democracia tiene vigente a los Derechos
Humanos.
Es importante que los niños se acerquen a los hechos que transcurrieron
en la sociedad argentina y que conozcan lo sucedido. Si bien no vamos a profundizar demasiado el
tema (por la edad de los pequeños), es necesario hacer mención a los hechos y
recordar el día
Para trabajar este tema en
el Nivel Inicial, tenemos que abordarlo desde el presente
y desde la perspectiva de la defensa de los derechos de la infancia

aca encontrarán buen material literario para dar
la oportunidad de discusión con los niños respecto de la libertad, los
derechos, las decisiones propias, el respeto por los otros, etc.
CUENTO
El hombrecito verde y su pájaro verde
El hombrecito verde de la casa verde del país
verde tenía un pájaro. Era un pájaro verde de verde vuelo. Vivía en una jaula
verde y picoteaba verdes verdes semillas.
El hombrecito verde
cultivaba la tierra verde, tocaba verde música en su flauta y abría la puerta
verde de la jaula para que su pájaro saliera cuando tuviera ganas. El pájaro se
iba a picotear semillas y volaba verde, verde, verdemente. Un día en medio de
un verde vuelo, vio unos racimos que le hicieron esponjar las verdes plumas. El
pájaro picoteó verdemente los racimos y sintió una gran alegría color naranja.
Y voló, y su vuelo fue de otro color. Y cantó, y su canto fue de otro
color.
Cuando llegó a la casita
verde, el hombrecito verde lo esperaba con verde sonrisa. – ¡Hola, pájaro! –le
dijo. Y lo miró revolotear sobre el sillón verde, la verde pava y el libro
verde. Pero en cada vuelo verde y en cada trino, el pájaro dejaba manchitas
amarillas, pequeños puntos blancos y violetas. El hombrecito verde vio con
asombro cómo el pájaro ponía colores en su sillón verde, en sus cortinas y en
su cafetera. – ¡Oh, no! –dijo verdemente alarmado.
Y miró bien a su pájaro
verde y lo encontró un poco lila y un poco verde mar. – ¡Oh, no! –dijo, y con
verde apuro buscó pintura verde y pintó el pico, pintó las patas, pintó las
plumas. Pero cuando el pájaro cantó, no pudo pintar su canto. Y cuando el
pájaro voló, no pudo pintar su vuelo. Todo era verdemente inútil.
Y el hombrecito verde dejó
en el suelo el pincel verde y la verde pintura. Se sentó en la alfombra verde
sintiendo un burbujeo por todo el cuerpo. Una especie de cosquilla azul.
Y se puso a tocarla flauta verde mirando a lo
lejos. Y de la flauta salió una música verde azul rosa que hizo revolotear
celestemente al pájaro.
En el artículo 29 de la
Convención Internacional sobre los Derechos de la Infancia dice que la
educación tiene que servir para ayudar a crecer a los niños y niñas en una
sociedad libre, donde estén en condiciones de crear, soñar, inventar,
descubrir, elegir...
Solamente si tienen la
oportunidad de elegir, de equivocarse y aprender podrán ser personas independientes.
¿Cómo podemos trabajar este cuento?
Secuencia de actividades
Escuchar el cuento
.Sugerimos leerlo con música de fondo, por ejemplo “Las cuatro estaciones”, de
A. Vivaldi
Dialogar acerca de lo que
estaba acostumbrado a hacer el pájaro todos los días.
Preguntarse qué pasó con él
cuando descubrió colores diferentes.
¿Por qué creen que se alarmó su dueño?
¿Qué hizo entonces? ¿Qué es lo
que no pudo pintar?
Cerrar los ojos y escuchar
la música sin el cuento.
Imaginar paisajes y colores
de cielo, nubes, estrellas, campos, flores, árboles, semillas, mariposas,
piedras, montañas, etc.
Conversar en grupo sobre lo
que cada uno imaginó y sintió.
Organizar pequeños grupos
de niños y niñas e invitarlos a que
dibujen lo que más le gustó del cuento. Se podrá diseñar un afiche con la
consiga “tengo derecho a elegir libremente”.
Utilizar una paleta con todos los colores posibles. Pintar con las manos, con pinceles, con
esponjas, trapitos, cepillos, etc. Al trabajar en grupos los chicos deberán acordar qué tipo de material van a utilizar
para sus trabajitos, qué colores usar, de modo que entre todos irán aprendiendo
a respetar las decisiones tomadas en conjunto.
Exponer las producciones y
contar la experiencia de participar con otros ejerciendo el derecho a elegir.
Hablar de las cosas que
estamos acostumbrados a hacer cotidianamente.
Cuáles nos gustan y cuáles nos desagradan.
Intercambiar opiniones
acerca de lo que sentimos cuando lo que hacemos lo hacemos por elección propia.
Confeccionar una lista de
las cosas que podemos crear libremente, de acuerdo a nuestra edad: en la casa,
en la escuela, en el barrio.
Seleccionar las que podrían
formar parte de las normas de convivencia en el aula.
Realizar una convocatoria a
una Muestra sobre el “Derecho a la participación y la libre expresión” donde
cada uno de los participantes se manifieste de la forma que más le satisfaga: a
través de la música, la poesía, el dibujo, la expresión corporal, el cine, el
teatro, los títeres, etc. Invitar a las
familias.
Más recursos sobre el tema:
Cuentos infantiles
prohibidos durante el golpe cívico militar:
"La Planta de
Bartolo". Laura Devetach
"Monigote en la arena".
Laura Devetach
"Un elefante ocupa mucho
espacio". Elsa Bornean
"El pueblo que no quería ser
gris". Beatriz Doumerc